Cartas de lectores | El narcotráfico o la diplomacia
Tal vez lo primero que interesa saber es cuál va a ser la posición del nuevo gobierno mexicano
Con la elección de la nueva Presidenta de México se sabrá en corto tiempo si para ellos las conexiones de ese país con ciertos carteles del narcotráfico son más trascendentes o menos que el impasse diplomático entre Ecuador y México, para evitar la eventual fuga de Jorge Glas, evitando cumplir la sentencia decidida en su contra por la Corte Nacional de Justicia.
Si el reclamo del país azteca sobre la irrupción de la Policía Nacional en su embajada es muy importante, la solución del problema será muy difícil, sobre todo porque la nueva Presidenta habría sido “escogida a dedo” por López Obrador, además de que el partido Morena, al que pertenece la nueva presidenta, tiene la misma orientación política de la Revolución Ciudadana del Ecuador, lo que la acercaría a Glas y la distanciaría de Noboa.
Tal vez lo primero que interesa saber es cuál va a ser la posición del nuevo gobierno mexicano respecto a derechos humanos, protección de periodistas y, sobre todo, seguridad de los ciudadanos, porque si a los carteles narcotraficantes se les permite operar con relativa facilidad y control aparente, es de deducir que los supuestos compromisos con tales estructuras no van a ser cambiados, sea por debilidad o por interés.
Sería interesante que pronto se supere el impasse diplomático, pero más importante para nosotros es un duro control de las operaciones “sujetas a fiscalización”, como pomposamente se identifican las de cocaína y similares, debido a la inseguridad extrema a la que hemos llegado por la presencia de los carteles mexicanos.
Iván Escobar Cisneros