Cartas de lectores: Nuestra niñez y juventud necesitan orientación
Es hora de que la gente honrada vuelva a ser el ejemplo a seguir.
Sería bueno que las autoridades, ya sean nacionales, municipales o parroquiales, realicen campañas de concientización dirigidas a la población (sobre todo los menores de edad), para advertirles de los peligros de involucrarse en actividades ilícitas.
La violencia no solo se combate con militares y policías armados en las calles. Bien dice la frase, aunque parezca demasiado trillada: “Educa bien al niño hoy y no tendrás que castigar al adulto mañana”.
En lugar de pagar a troles para que defiendan lo indefendible o gastar un platal en autoalabanzas, las autoridades deberían financiar videos, reportajes, documentales, canciones, actividades artísticas, deportivas, para mostrar a la población que sí son posibles otros caminos distintos a la delincuencia.
Hay que repetir hasta el cansancio a nuestros niños y jóvenes que no hay futuro en el crimen. Recordarles siempre que si se meten en pandillas, no solo desatan la tragedia sobre sí mismos, sino sobre todos sus seres queridos. Es hora de que la gente honrada vuelva a ser el ejemplo a seguir.
María Calderón