Cartas de lectores: Olas de Santa Elena
El ocaso cada tarde pinta al mar y al horizonte de llamativos colores que enamoran
Desde pequeño he estado en contacto con el mar, he visto llegar las olas a besar la playa de Ballenita (Santa Elena) con incansable candor, con sus crestas revestidas de espumas. Son hermosas... Unas mansas, otras bravas, al fin, olas que gustan a románticos y surfistas.
Se pasean airosas por el tul azul que orla la costa. En el día son intensas y azules, en las noches se cubren de luminiscencia. Tan bellas... Su amor eterno son las playas, las peinan y despeinan en cada marea.
En luna llena son más bullangueras, cubriendo de conchillas de colores de fantasía la franja costera, dejando nueva capa de arena. Al ras de las olas vuelan gaviotas y pelícanos con aire de melancolía, cuando se pierden en el horizonte por barcos que llegan al muelle de Cautivo.
Constantemente pasean por la playa parejas de enamorados, tomados de la mano, jurándose amor eterno. El ocaso cada tarde pinta al mar y al horizonte de llamativos colores que enamoran. En las playas de Santa Elena un mágico espectáculo hechiza cada tarde a nativos y turistas, que se apostan en balcones marinos a observar el canto de las olas.
Evelio Patricio Reyes Tipán