Cartas de lectores: Orden, descanso y tiempo para uno. Regla 8 + 8 + 8
El corazón del dormitorio es la cama y comenzar el día tendiendo la cama es más poderoso de lo que parece
Vivimos corriendo, cumpliendo con infinidad de tareas al día, saltando de una obligación a otra, posponiendo el descanso y olvidando que cuidarnos también es una prioridad. En medio de todo eso, el orden en el espacio y en la mente puede convertirse en un verdadero aliado.
Una fórmula simple pero poderosa puede ayudarnos a encontrar equilibrio: la regla 8 + 8 + 8. Ocho horas para trabajar, ocho horas para descansar y ocho horas para uno mismo. Suena lógico, pero ¿lo estamos aplicando en nuestra vida? Las ocho horas de trabajo pueden ser dentro o fuera de casa. No importa si dirige una empresa o cuida un hogar, lo importante es organizarse y establecer límites. El desorden empieza cuando dejamos que el trabajo se derrame por todo el día y nos robe espacio y energía. Las ocho horas de descanso no son solo para dormir. También pueden ser momentos para desconectarse, bajar el ritmo, meditar, estar a solas, para no hacer nada y permitir que su cuerpo y mente se reparen. Un hogar ordenado favorece ese descanso: menos ruido visual, más armonía, más paz. Y las ocho horas para uno mismo... esas suelen ser las más difíciles de encontrar, pero son esenciales. Leer, caminar, estar en silencio, tomarse un café con calma, escuchar música, salir con amigos, ir al cine, ver una serie sin culpa. No es egoísmo, es autocuidado.
El orden exterior refleja su orden interior. Cuando aplicamos esta regla nos damos cuenta de que no necesitamos más tiempo, solo necesitamos vivirlo con intención. Y para que todo esto funcione, el orden es una base esencial. El corazón del dormitorio es la cama y comenzar el día tendiendo la cama es más poderoso de lo que parece: es una pequeña acción que no requiere gran esfuerzo ni tiempo y que da estructura, impulsa la disciplina y activa su día. Convertir este pequeño hábito diario en rutina aporta claridad, enfoque y la sensación de estar en control de su entorno. Recuerde que cuando su casa está en orden, su mente también respira mejor. Organizar su tiempo y su espacio no es solo un lujo, es una necesidad para vivir en completa armonía.
Teresita Sandoval