Cartas de lectores: El país y los desafíos que espera a Daniel Noboa
Esperan al gobierno desafíos cruciales para cumplir las expectativas de quienes lo votaron y quienes no lo hicieron
La elección de Daniel Noboa en el balotaje como presidente de los ecuatorianos cerró el ciclo electoral de transición y abrió un nuevo tiempo para Ecuador. Soy parte del electorado que quedó aliviado con el resultado de las elecciones. De quienes los vimos no como la simple victoria de un candidato presidencial, sino como el fortalecimiento de nuestra democracia ante la amenaza del regreso del socialismo del siglo XXl. El final de este balotaje fue inesperado, contra todo pronóstico, pero determinante, lo que generó que la incertidumbre llegue a su fin. Esta incertidumbre, sin embargo, en ningún momento alteró en lo más mínimo la tranquilidad de una larga jornada electoral. El lunes siguiente a las elecciones transcurrió como una jornada habitual para los ecuatorianos. Nada indicaba que el día anterior se habían desarrollado elecciones presidenciales. Ahora el país empieza el verdadero reto, una nueva etapa con la elección del Presidente y el relevo del Parlamento. Esperan al gobierno desafíos cruciales para cumplir las expectativas de quienes lo votaron y quienes no lo hicieron. Para ello, nuestro mandatario electo necesitará contar con una acción unificada de partidos, que en principio le asegure una cómoda mayoría legislativa en la Asamblea para que le permita gobernar. ¿Cuánto durará esa coalición? Nadie lo sabe, pero sin duda lo suficiente para aprobar y respaldar los principales proyectos y reformas legales que el Ejecutivo proponga y que ofreció a sus mandantes, y a su vez pueda resistir los embates políticos que sin duda llegarán más temprano que tarde. Recordemos que el país enfrenta múltiples desafíos urgentes y estructurales que exigen tomar decisiones difíciles y de alto impacto y costo político, cambios que son necesarios para enrumbar al país hacia el desarrollo anhelado. Ecuador es un país con serios problemas económicos y sociales, con un alto déficit fiscal y desempleo, con grave inseguridad pública y una compleja situación en materia internacional, entre otros temas. ¡Los ecuatorianos esperan, miran y se preparan para vivir una nueva etapa de gobernabilidad!
Mario Vargas Ochoa