Cartas de lectores: Peatonales e informalidad
Necesitamos espacios no para comprar sino para disfrutar historia, belleza escénica, ejercicio físico, aire limpio, tertulia y mancomunidad
La gestión de la municipalidad para crear calles peatonales es digna de elogio, siempre y cuando esté bien conceptuada.
Es excelente la idea de crear áreas de mayor movilidad peatonal, sobre todo cuando se trata de generar espacios recreativos físicos con inspiración mental-cultural. Ello requiere de estética arquitectónica-histórica, de calidad ambiental y sitios de descanso, aspectos que más necesitan los pobladores de una ciudad tropical-bulliciosa y contaminada.
Si la pretensión -cortoplacista- fue la de crear más espacio para la abultada feria navideña, no es cuestión de multiplicarlo en el centro de la ciudad, desde ya sobrecargado, sino de utilizar grandes espacios fuera del centro, como la explanada del estadio Modelo o Spencer.
Pues, ahí el error municipal de tinte populista de baja calidad.
Otro aspecto es el viejo problema de la informalidad. Con el neoliberalismo que es manejado el país todo se descentraliza anárquicamente; pero no hay libertad sin derechos y obligaciones, peor aún cuando estos son mancillados y cuando solo se piensa en lo comercial.
Si los comerciantes informales tienen derechos, también el peatón los tiene, siempre y cuando se viva en una ciudad de nivel cultural donde el peatón es respetado, lo que no se da cuando la ciudad o el país es manejado por vendedores de vehículos y la ciudad es creada para vehículos amenazadores y no para el peatón.
Otro aspecto que hay que analizar es la calidad de comerciante informal, ya que muchos no son nada más que el brazo largo de comerciantes formales o informales grandes.
Debemos plegar por un centro primero cultural y luego comercial.
Necesitamos espacios no para comprar sino para disfrutar historia, belleza escénica, ejercicio físico, aire limpio, tertulia y mancomunidad.
Federico P. Koelle D.