Cartas de lectores | El poder de los pequeños
Veremos quiénes sacarán a relucir sus intereses, apoyando o bloqueando iniciativas
Ya conocidos los dos candidatos presidenciales que pasaron al balotaje (Daniel Noboa y Luisa González) que se definirá el próximo 13 de abril, llama la atención lo que sucederá con el otro poder del Estado, el Legislativo. La conformación de la nueva Asamblea será suigéneris, pues casi cerrado el proceso de escrutinio, el próximo período a más de contar con 151 legisladores verá reflejados dos grandes grupos, la Revolución Ciudadana con 67 presentantes y ADN con 66, sumando 133 y los otros 18 repartidos en 9 de Pachakutik, 5 PSC, 1 Construye, 3 de movimientos locales. Si bien el siguiente Ejecutivo podrá estar tranquilo en que no habrá censuras de ministros o destitución del presidente, pues los procesos en este y otros casos podrán iniciarse pero no se conseguirán las dos terceras partes de los votos, a menos que existan decenas de camisetazos entre los dos principales bloques (aunque todo puede pasar en nuestro lindo Ecuador). Sino veamos cómo perdieron asambleístas movimiento o partidos como Pachakutik o Construye en las diferentes legislaturas cuando tuvieron un considerable grupo. De ahí que las votaciones que requieran la mayoría absoluta (esto es 77 voluntades), serán inclinadas por los grupos pequeños, lo que les dará más relevancia en el accionar político y un poder impensable. El próximo gobierno, cualquiera que sea, no va a correr el riesgo y probablemente existan cambios de bando de parte de esos 18 asambleístas, incluso antes de que inicie la próxima legislatura; o tal vez el ofrecimiento de la segunda vicepresidencia de la Asamblea, puestos en el Consejo de Administración Legislativa (CAL) o presidencias de las comisiones; o tal vez más allá, apoyo reflejado en obras en los territorios de los legisladores o la entrega de ciertas dependencias públicas. Cabe señalar que otros se podrían mantener como parte de una minoría móvil, buscando sacar más provecho conforme las circunstancias se presenten (entiéndase qué proyecto de ley se discuta). Entonces, el poder de los pequeños será decisorio en los próximos cuatro años. Veremos quiénes sacarán a relucir sus intereses, apoyando o bloqueando iniciativas. La forma como actúan los políticos ecuatorianos nos lleva a pensar de esta manera, esperemos lleguen los días que el destino del país sea lo que impulse las decisiones en la Asamblea, más allá del interés partidista o el metro cuadrado de poder que creen que tienen algunos “padres de la patria”.
Jorge Calderón Salazar