Cartas de lectores | Cuando la pérdida de año se convierte en triunfo

Enfóquese en sus fortalezas y talentos, y ayúdelo a ver esta experiencia como una oportunidad para forjar su carácter

Como padre, enfrentar la noticia de que un hijo ha perdido el año escolar puede ser una experiencia desgarradora. Sin embargo, es importante recordar que esta no es una sentencia de fracaso, sino una oportunidad para crecer y fortalecerse. Evite caer en el error de culparlo o castigarlo. La pérdida de año no es un reflejo de su valía. Conviértase en su mayor aliado, brindándole apoyo incondicional. Identifiquen las razones que llevaron a esta situación. ¿Fueron dificultades académicas, falta de motivación, problemas personales? Juntos diseñen un plan de acción que les permita abordar estas áreas de oportunidad. No se enfoques solo en las calificaciones. Recuerde que el verdadero propósito de la educación es el aprendizaje y el desarrollo de habilidades. Motive a su hijo a aprender por el deseo de crecer, no por el miedo a repetir. Mantenga actitud positiva y transmítesela. Enfóquese en sus fortalezas y talentos, y ayúdelo a ver esta experiencia como una oportunidad para forjar su carácter y alcanzar nuevas metas.

Roberto Camana-Fiallos