Cartas de lectores: El perfecto ‘progre’

Maestro del descaro, la envidia y la impostura, Fouché es espejo ideal para el revolucionario ‘progre’ de hoy

Para Stefan Zweig, el verdadero creador del socialismo fue Fouché, el redactor del manifiesto para la Revolución francesa (La instrucción de Lyon), que inspiró a Marx.

Dice Fouché: ‘En nombre de la revolución, vale todo”, otorgándose patente de corso, sin pudor ni rubor. Con su célebre lema “todo hombre tiene un precio”, pagó traiciones, saqueos y torturas a nobles.

Al expropiar bienes del clero, por “descristianizar” Francia, mostró más devoción revolucionaria que Marat y Robespierre, inventor de la guillotina. Pero, al restaurarse la monarquía con Napoleón, Fouché ‘cambió de camiseta’, pasándose al bando reaccionario, siendo cortesano del emperador. Su rapiña con Bonaparte lo hizo el hombre más rico de Francia, obteniendo la nobleza y sangre azul que tanto maldijo, bajo el pomposo título de Conde de Otranto.

Maestro del descaro, la envidia y la impostura, Fouché es espejo ideal para el revolucionario ‘progre’ de hoy.

Paúl Tapia Goya