Cartas de lectores | Persecución política vs. delincuencia organizada

Lo preocupante no es la perversidad, sino la indiferencia de los buenos. Martin L. King

El concepto de persecución política es claro y transparente como el agua de mar, es una acción de efecto de persecución, hostigamiento, acosamiento, y con ese pretexto miento sobre mis actos delincuenciales. Es una acción orientada a la comprobación de la comisión de hechos delictivos o la identificación de sus responsables por parte de la autoridad o funcionarios públicos; sin embargo, algunos prófugos lo interpretan a su manera.

Ronny Alega, militante del correísmo, es declarado prófugo de la justicia vinculado en el caso Metástasis; un tribunal ratificó su prisión preventiva. Otro colega de la misma línea, Dalton Narváez, detenido por peculado, y en compañía de el de al lado, Jorge Glas, imputados por asociación ilícita.

Como ven, no existe analogía entre persecución política y delincuencia organizada de gobierno, por nombrar algunos.

Y la cerecita del pastel, Eduardo Franco L., imputado por asociación ilícita de Participación Ciudadana; mientras, el ‘Tío Sam’ lo deportó a su país. ¿Por qué será? Y un colega al que se le salieron las uvas antes de testificar a favor de su cliente. Mientras el ‘Arcsa’, Asociación Revolucionaria Ciudadana Salen Antes del país, como cucarachas enquistadas en todos los restaurantes y comedores familiares de nuestro Ecuador. Lo preocupante no es la perversidad, sino la indiferencia de los buenos. Martin L. King.

Javier Valarezo Serrano