Cartas de lectores: Una piedra en el zapato
Una vez más se confirma que ciertas leyes no fueron bien hechas. De allí sale el dicho: hecha la ley, hecha la trampa
En este país cada quien opina como que si tuviese conocimiento de causa. Lanzan la noticia para ver qué pasa, especulan, plantean hipótesis. ¿Será cierto que es una piedra en el zapato la señora vicepresidenta de la República? ¿No saben cómo sacársela de encima?
Esto confirma lo dicho en mis escritos en Cartas de lectores de este Diario: los genios y eruditos que escriben las leyes siempre se olvidan de algo. Alguien escribe, alguien revisa y luego alguien tiene que hacer control de calidad a lo escrito; después se aprueba, antes de su publicación en el Registro Oficial y de que se convierta automáticamente en ley, sin que falte nada.
¡Pero siempre falta algo! Cosas como estas van a salir a flote en algún momento. Que eso no está en la Constitución, dicen unos; otros, que no está en el Código de la Democracia. Otros dicen: consulten al procurador del Estado, otros a la Corte Constitucional.
Todo porque el presidente quiere lanzarse a la reelección y no saben a quién dejar encargado mientras dure la campaña política. En Carondelet no la quieren a la señora, peor verla sentada en el sillón presidencial, por eso la tienen bien lejos.
Una vez más se confirma que ciertas leyes no fueron bien hechas. De allí sale el dicho: hecha la ley, hecha la trampa. Otros ejemplos: el conflicto que ocasionó Glas, lo sucedido en Olón, la maquinaria incautada por minería ilegal desde hace dos años, actualmente sin uso, y que está dañándose en Tena por falta de una orden judicial para ponerla en uso para municipios y prefecturas.
Roberto Flores