Cartas de lectores: Pólit y su negociación
Es posible que el humanismo de la juzgadora le deje algo para que sobreviva la familia de Pólit
El Sr. Pólit, por consejo profesional, no negoció la pena. Todos estaban seguros de que lo declararían culpable; la posibilidad de no culpable o inocencia cargaría con un grande peso sicológico para la Fiscalía y el sistema americano de justicia criminal. Pero, ¿hubo negociación de la pena? Parece que con estar en silencio todo se otorga. La Fiscalía tenía toda la prueba y la incriminación era irrefutable. ¿Qué pasó? La defensa, en eso los abogados estadounidenses son más hábiles que la Fiscalía, observó tres cosas: la edad del procesado, su jactancia de generosidad y el convencimiento de que la culpa en todos los cargos resultaba mejor que declararse culpable a cambio de una pena de 30 o 40 años. Los defensores, conocedores del ambiente, comprendieron que este golpe estratégico para que el jurado lo declare culpable era preferible al ‘plea bargaining’. Y el jurado cumplió su deber. ¿Para qué?
Con mayor frecuencia el papel del jurado cada vez vale menos. En las contadas ocasiones en que vale algo fue esta: cálculo favorable para Pólit. Apenas 10 años y confiscación de todo lo que obtuvo con sobornos, alrededor de quince propiedades.
Es posible que el humanismo de la juzgadora le deje algo para que sobreviva la familia de Pólit. También es posible que en unos dos o tres años salga de la cárcel para que termine sus días en su casa.
Claro está que la justicia estadounidense es independiente. Este es el mensaje para el sistema de justicia penal en Ecuador, pero las comparaciones se coligen de otra manera, como estas: ¿por qué la Fiscalía pidió una pena de 19 años y no de 30 o 40? ¿Por qué Pólit pidió cinco años? La respuesta salomónica no es suficiente.
Por tanto, sí hubo acuerdo en forma de una sutileza propia del sistema angloamericano que permite conversaciones ‘off the record’ entre Fiscalía y encausados, sin que se piense ligeramente que hubo generosidad de por medio, porque de haberlo se darían destituciones y cárcel segura para los futuros culpables-corruptos.
Francisco Bayancela González