Cartas de lectores | Presidente Noboa: la prioridad es el país

María Paula Romo y Henry Cucalón, dos jóvenes políticos de profunda convicción democrática

Los opositores al Gobierno actual están viviendo la ilusión de que pronto el presidente Noboa, sin otra alternativa válida hasta el momento, encargue sus funciones a la vicepresidenta para poder intervenir en su campaña electoral con miras a las elecciones presidenciales del 25, lapso que aprovecharían Correa y sus adláteres para enancarse en el poder que ella asumiría temporalmente y que según sus protervas intenciones daría un giro sin retorno a la normalidad democrática en el país, obviando toda responsabilidad por la debacle ocasionada durante su dictadura, especialmente la demencial corrupción del Estado, el asalto a las arcas fiscales, la contaminación de la justicia y la apertura a la narcodelincuencia que mantienen en zozobra a la sociedad ecuatoriana y constreñido el desarrollo. Para evitar este sinsentido que entraña un inminente peligro para la estabilidad democrática y el futuro del país, el presidente Noboa debería asumir la obligación urgente de presionar el cumplimiento de la alerta roja internacional vigente contra el prófugo de la justicia Rafael Correa, sobre quien pesa una sentencia ejecutoriada, para que regrese a Ecuador a guardar prisión y a que responda también por otros tantos delitos cometidos. Paralelamente, en vista de esas circunstancias, el presidente Noboa, en un acto de generosidad para con el país y por la vigencia de la democracia, debería declinar -por ahora- su legítima aspiración presidencial, y esperar la oportunidad adecuada, puesto que aún tiene muchos años por delante para continuar con su carrera política. María Paula Romo y Henry Cucalón, dos jóvenes políticos de profunda convicción democrática, honestos y experimentados, se aprestan a participar en las elecciones del 25 para optar por la presidencia o vicepresidencia, cualquiera sea el orden. El país vería con buenos ojos que el presidente Noboa apoye estas candidaturas y las de otros ciudadanos con iguales características, con quienes debería conformar una alianza política que se encargue de blindar la democracia y proyecte una nueva era para el país. ¡Esta es la alternativa que anhelamos los ecuatorianos de bien!

Leonardo Cueva Piedra