Cartas de lectores: Profecía

Si eso se cumple, Santa Mariana cambiará su profecía

Santa Mariana de Jesús pronosticó que Ecuador no se acabaría por un fenómeno natural, sino por malos gobiernos. Los ecuatorianos estamos empeñados en que esto se cumpla, y a la brevedad posible. Respaldamos a la fiscal y su trabajo, pero damos paso al juicio político; con nosotros no va la impunidad, pero salvamos a Wilman Terán y sus secuaces; a la Corte Nacional deben ir los mejores hombres, pero nombramos presidente del Consejo de la Judicatura a un defensor de narcotraficantes; la Corte Constitucional debe ser la máxima representación de capacidad y honestidad, pero nombramos a un defensor de delincuentes prófugos y de narcos para escoger los jueces que la integrarán; el SRI ni por curiosidad averigua de qué y cómo viven los corruptos exiliados que hacen gala de un nivel de vida muy difícil de explicar y que es una ofensa para los ecuatorianos de bien. 

La situación financiera del país es crítica, todos debemos arrimar el hombro, pero demandamos la inconstitucionalidad de los tributos que se crearon para palear la iliquidez en el gobierno central. Debemos incentivar y promocionar la participación en política de los jóvenes, pero los legisladores se candidatizan para volver a la Asamblea; el seguro social está quebrado, hay que intervenir urgentemente, pero olvidamos que en 2007 la nómina del IESS era alrededor de siete mil empleados y hoy sobrepasan los 30 mil. 

Y las repetidas falsificaciones de cédulas y partidas de nacimiento de jugadores de fútbol, que terminaron con juicio y sentencia al país al multarlo y rebajarle puntos en las eliminatorias al mundial 2016. Basta de quejas, propongo: no reelección absoluta para presidente, vicepresidente, prefectos y alcaldes. Si el periodo de cuatro años es corto, aumentemos a cinco, pero sin trampas; el presidente no puede candidatizarse para vicepresidente o al revés. Reelección por una sola vez para asambleístas, consejeros y concejales, pero saltando un periodo. 

Regular que la directiva laboral no se eternice por décadas con un discurso obsoleto, sin conexión con el mundo actual, por una defensa a ultranza de pocos en desmedro de muchos. Financiamiento de partidos políticos por parte del Estado luego de elecciones y a partidos o movimientos que alcancen mínimo 5% del padrón; los demás deben desaparecer. Confiamos en que las decisiones que se tomen a nivel nacional y local sean las más convenientes para el país. Si eso se cumple, Santa Mariana cambiará su profecía.

Alberto Rosales Ramos