Cartas de lectores: Programar los cortes de energía en las madrugadas
No creo que ustedes en sus hogares estén pasando las penurias que nosotros los de la clase media vivimos
Creo que todos los guayaquileños estamos decepcionados; nuestra ciudad está padeciendo cortes de energía sin ninguna programación. En Urdesa Central no encontramos razón de que la luz se vaya a la 7 de la noche, para regresar a las 9; luego se va a la 3 de la mañana y regresa a las 8 a.m. Se va a las 10 de la mañana otros días y regresa a la 3 de la tarde. Hoy sentí impotencia, hay un negocio en los bajos de mi domicilio, vivienda y comercio.
El propietario solo puede trabajar de miércoles a sábado de 5:30 p.m. a 10 de la noche; es estudiante de la Espol en el día. Hoy vino con toda la ilusión de poder abrir su local pero tuvo que cerrarlo e irse a las 7 de la noche, realmente no trabajó. Esta calle es totalmente oscura al irse la luz. En Jorge Pérez Concha (antigua Circunvalación Sur ) hay viviendas y comercio; todos los negocios cierran antes de la hora programada.
Las pérdidas económicas deben hacer reflexionar a las autoridades, pues muchos viven de los ingresos de sus negocios. Yo estaba como cliente del local y no tenía una linterna a la mano; vivo en piso alto y no sabía cómo subir las escaleras, peor abrir la puerta de mi departamento, corriendo el riesgo de una caída.
Urdesa Central es donde más cortes de luz hay. He preguntado a familiares y amigos y esto no sucede en otros sectores. Si realmente los cortes de luz son necesarios, no pueden ser en horas de trabajo, no hay cómo programar asistir ni un evento cultural. Hace pocos días fui al Centro de Arte a presenciar la obra musical Una vez Guayaquil.
El público llenó la sala principal, pero no podía comenzar el evento programado para las 7 de la noche; la luz regresó a las 8 p.m. El Centro de Arte León Febres-Cordero tiene planta propia, pero no es suficiente para un programa de una hora y 30 minutos de duración. Las pérdidas económicas son enormes, y al no funcionar los semáforos hay peligro de más accidentes. A esto se agrega la inseguridad con las calles en tinieblas. Autoridades recapaciten. No creo que ustedes en sus hogares estén pasando las penurias que nosotros los de la clase media vivimos.
Laura Esther Gómez Serrano