Cartas de lectores: El pueblo debe elegir gobernantes honestos, capaces y visionarios

En las próximas elecciones tenemos que aprender a elegir con el interés de la mayoría en nuestra mente

A través de nuestra historia republicana hemos elegido gobernantes muy acá de lo que debieron ser criterios de eficiencia. Y no más allá de lo que es conveniencia de pocos, no muy intelectuales ni mucho menos genios, pero determinados a imponerse para sí mismos y su interés personal como agentes oficiosos de poderes fácticos. Sensibles, finos, no aceptan su responsabilidad en el actual orden de cosas, se expresan ofendidos por la sola duda y perviven en negación inmutable de sus actos. Según ellos, aquí nadie ha cometido actos de corrupción, aunque exhiben fortunas y concupiscencia complacida con patrimonios que sus limitadas capacidades por sí solas nunca les hubieran proporcionado. Evidente su desinterés hacia el estudio y el trabajo o la viveza simulada, que ponen a la vista con narrativas contadas con gracia, pero celebradas por obsecuentes e inconscientes adláteres. El pueblo 13 de abril debe elegir gobernantes honestos, capaces y visionarios que lleguen comprometidos a resolver los ingentes problemas de los ciudadanos, en especial de los más pobres. En la actualidad, al ciudadano que aspira ser presidente de la República, nuestra Constitución solo le exige saber leer y escribir correctamente, y aún esto, ciertos personajes no lo cumplen. Amables electores, debemos valorarnos mejor y demandar capacidad, honestidad y conocimiento en quienes nos quieren gobernar. Lo anterior, a raíz de la profusión de aspirantes presidenciales y de asambleístas electos, o la mayoría, cazadores de fortuna: a ver qué consiguen en la aventura de ofrecerse a representar un país abrumado por la administración errada de la politiquería o viveza criolla. Solo gente con conocimiento, honesta y laboriosa debería aspirar a cargos de elección popular, es lo que la ética define. En las próximas elecciones tenemos que aprender a elegir con el interés de la mayoría en nuestra mente. Porque el corazón en las anteriores ocasiones nos ha fallado. Ve y elige con conciencia para exigir reformas que son imprescindible para el progreso del país y su gente. ¡Caso contrario tendremos que seguir lamentándonos!

Mario Vargas Ochoa