Cartas de lectores: Sobre los radares de tránsito
Lamentablemente nadie viaja con un notario público al lado que certifique el abuso
Lo que siempre debió ser un sistema de disuasión y advertencia para que los conductores respeten el límite de velocidad en las vías públicas parece haberse convertido en un buen negocio para alguien, pues personalmente me consta que, por ejemplo, los radares en los municipios de la provincia de Santa Elena (como el de la vía a Punta Carnero y en la vía del carretero a Punta Blanca) están ‘calibrados’ de tal manera que mucho antes de llegar al límite permitido el conductor recibe una multa por exceso de velocidad. Lamentablemente nadie viaja con un notario público al lado que certifique el abuso, así que al momento de matricular el vehículo todos nos vemos obligados a pagar estas multas ilegales sin opción a reclamo.
Allí está lo acertado del editorial del Diario, cuyo título se explica por sí solo: “Radares: ¿saqueadores de autopistas? Por ello la Fiscalía General del Estado debería investigar estos hechos a fondo porque no se trata de simples errores, sino un sistema de enriquecimiento ilícito para algún beneficiario del importe de las sanciones.
Carlos Cortaza Vinueza