Cartas de lectores: La reforestación de la sierra ecuatoriana
Aquí ya existía la ley para reforestar, solo faltaba el reglamento, por lo que se elaboró uno muy parecido al chileno
En los años 92 al 96 ya existía el Instituto Forestal (Inefan) en el MAG, más de 30 viveros forestales del MAG, con cerca de 550 trabajadores. Todos estos viveros habían producido en un año cerca de 4 millones de plantas forestales; se había vendido la mitad y el resto lo botaron a la basura. Un vivero forestal de la Cemento Chimborazo donde laboraban 60 trabajadores, había producido cerca de 8 millones de plantas. Es decir, un vivero privado con 60 trabajadores podía producir el doble de plantas que los treinta y pico del MAG con 550 trabajadores. Cuando el Ministro supo esto, ordenó que se liquide a los trabajadores de los viveros, quienes quedaron muy contentos con su liquidación. Luego empezaron a abrirse centenares de viveros privados en todo el país. El director de la FAO vino a Quito invitado por el presidente de los agricultores de la sierra, y se enteró del propósito de estos para reforestar la región. Para ello brindó su ayuda para conocer los esquemas forestales de Chile y Brasil. Luego de las visitas se escogió el modelo chileno y por la cooperación de los madereros de Chile se contó con el abogado que preparó la Ley 701 de la reforestación en Chile. Aquí ya existía la ley para reforestar, solo faltaba el reglamento, por lo que se elaboró uno muy parecido al chileno; en una semana estaba listo y firmado por el presidente de la República. Había algo más de cinco mil millones de sucres para reforestación y con este dinero se logró reforestar cerca de 50.000 ha. de bosques. Hoy ya no se necesita ayuda para reforestar pues es un muy buen negocio.
Jorge Barba González