Cartas de lectores: Antes de regalar, pensemos qué regalamos
Eso define su verdadera esencia como persona
La Semana Santa, también conocida como Semana Mayor, es siempre un tiempo de reflexión y fortalecimiento de fe, al menos esa es una de las aristas del plan de vida para los creyentes en Jesús. Pero no todo en esta vida funciona a rajatabla.
El Viernes Santo una mujer fue al refugio de gatos y dijo: “por Viernes Santo quiero ser buena y les traigo una funda de alimento para perro”. Mi respuesta fue: “no puedo aceptar su donación porque no es el alimento que le corresponde; los gatos y perros tienen diferentes requisitos nutricionales”.
La mujer muy enojada alegó: “por gusto rechaza, sin son animales de la calle”, a lo cual respondí enfáticamente: “no son de la calle, sino de gente irresponsable como usted que cree ellos son descartables”.
La Biblia en Mateo 22:21 dice: “Dad, pues al César lo que es del César y a Dios lo que es de Dios”, aunque esta cita bíblica corresponde a fomentar la cultura financiera sobre el pago de impuesto, también aplica a la idoneidad de las cosas.
La compra de un regalo se basa en tres ejes: a) la utilidad o beneficio para quien recibe el regalo, b) la estimación que se tiene a la otra persona y c) la capacidad adquisitiva del comprador del regalo.
Ser buena persona no se limita a la duración del feriado, simplemente es la actitud diaria del individuo con los miembros de la sociedad ,y eso también incluye a las mascotas. Eso define su verdadera esencia como persona.
Marysol del Castillo