Cartas de lectores | La revolución de los prestafirmas

Los prestafirmas hacían ‘karaoke’ en ruedas de prensa, con teleprompter

Estados Unidos acaba de condenar a Carlos Pólit a 10 años de prisión por lavar dinero. Su hijo cómplice correrá igual suerte, pagando 14 millones de dólares de fianza.

Como el excontralor sentenciado, las autoridades de control del correísmo solo ‘autografiaban’ hojas totalmente en blanco para mostrar así su lealtad al proyecto revolucionario.

Esas hojas eran luego ‘oficializadas’ con sellos institucionales y llenadas por jerarcas revolucionarios, no por funcionarios de control ni jueces.

Los prestafirmas hacían ‘karaoke’ en ruedas de prensa, con teleprompter.

Estos funcionarios no eran elegidos por meritocracia sino a dedazo, vía un poder de cooptación (de ‘Participación’, Consejo de Participación Ciudadana y Control Social -CPCCS-) inventado en Montecristi para monopolizar los poderes de control.

Mediante concursos amañados recibían ‘pollas’ del libreto, sacando 20 sobre 20. Pero el caso Chucky 7 demostró que las sentencias venían en ‘pendrive’, prescritas desde ‘arriba’.

La revolución de los prestafirmas empezó con la Constitución de Montecristi, que no fue escrita por asambleístas ecuatorianos, sino calcada de la constitución chavista, por españoles.

Paúl Tapia Goya