Cartas de lectores | Menos ruido, más calma
El orden no se trata solo de estética, sino de bienestar
Vivimos en un mundo lleno de estímulos constantes. El ruido viene de los sonidos externos y también del desorden visual, acumulación de objetos y exceso de información. Nuestro entorno influye directamente en nuestra mente y muchas veces no nos damos cuenta de cómo el desorden externo refleja y alimenta el caos interno; además nuestras energías se estancan, por lo tanto hay que moverlas para activarlas. El espacio en que vivimos es una extensión de nuestra energía y emociones. Un hogar con acumulación innecesaria, cosas fuera de su lugar y ambientes saturados puede generar sensación de agotamiento. Cuando mantenemos un espacio ordenado y armonioso nuestra mente encuentra un respiro. El orden no se trata solo de estética, sino de bienestar. Estudios han demostrado que un entorno despejado y organizado contribuye a la concentración, mejora el estado de ánimo y permite una sensación de control sobre nuestra vida. Por eso muchos experimentan alivio inmediato luego de organizar un área de su casa: menos ruido visual significa más calma mental. Pequeñas acciones pueden marcar una gran diferencia. Por ejemplo, comenzar con un solo espacio, eliminar lo que no se usa, asignar lugares específicos para cada cosa y mantener superficies despejadas. No se trata de perfección sino de encontrar un equilibrio que nos haga sentir bien y que nuestra vida esté renovando energías. En un mundo donde el ruido exterior no siempre se puede controlar, vale la pena crear un refugio de paz dentro de nuestro hogar.
Teresita Sandoval