Cartas de lectores | Salud mental y audiovisual

¿Qué hace la Asamblea para cambiar de una vez el Código de la Democracia?

Quisiera acentuar el eco que ha producido a todo nivel la presencia de tantos candidatos. Tiendas, carpas, buses, calles, plazas etc., han sido escenario para el bullicio y la algazara, resaltando virtudes y ofertas imposibles de cumplir de los ‘elegidos’, ilustres desconocidos, para dirigir los destinos del Ecuador. La contaminación audiovisual afecta la salud mental. Esta ha sido la característica de la campaña electoral. Un gran alivio sentimos los ecuatorianos al haberse terminado por lo menos la primera vuelta. Para muchos compatriotas ha sido un verdadero tormento ver a tantos desconocidos, aventureros que en calles y plazas de Ecuador han bailado sobre tarimas bailando, haciéndose conocer. Llegó un momento que en televisión, radio y redes sociales -sobre todo en estas- presentaron un panorama bastante cansino, tormentoso, sin ningún contenido, de los supuestos salvadores de la patria, con ofertas fuera de toda realidad, hasta ofreciendo la construcción del tren bala (como en Japón y otros lugares del primer mundo). Las redes sociales en la actualidad se han convertido en escenario para toda clase de improperios, ataques calumniosos, impresentables ofensas; una plataforma para la vulgaridad y la diatriba. Lo peor de todo: sus autores no tienen que responder porque muchos están bajo seudónimos o quizá suplantados y se parapetan en el anonimato, sin tener que ser llamados a los tribunales. Con este panorama, ¿cómo no se va afectar la salud mental y la audiovisual de la población? Lo grave es que estos efectos nocivos producto de la reciente campaña electoral han sido sufragados por el mismo pueblo; el Estado entrega los recursos económicos producto del pago de impuestos a estos personajes desconocidos que vieron la posibilidad de hacerse conocer unos, otros dar un golpe de impacto y otros quizá calculando que algo les pueda quedar de los miles y millones que tanta falta hacen para realizar obras básicas de tantos pueblos que piden atención con urgencia. El CNE y la Contraloría deben realizar una verdadera auditoría para fiscalizar los gastos de campaña electoral. Bien ha hecho el presidente Noboa en plantear a la Asamblea la posibilidad de cortar esta entrega de recursos a movimientos, muchos de ellos llamados de alquiler, pues sabemos que existen o se arman a última hora buscando negociar el nombre que prestan. Esto debe terminar. ¿Qué hace la Asamblea para cambiar de una vez el Código de la Democracia?

José Agustín Arias Osejo