Cartas de lectores: San Biritute y el incario

Ensayemos un significado: parcialidad o familia que atribuía carácter sagrado a un personaje propio convertido en piedra

Para este artículo me basé en el libro Historia del Tahuantinsuyo, de María Rostworowski, cuyo trabajo científico desarrolla el concepto moderno de Estado inca. Para comprender la naturaleza de nuestras esculturas en piedra -no monolitos- debemos indicar que, “en los mitos, los primeros antepasados se habían transformado en piedras, y desde su naturaleza pétrea cuidaban de sus descendientes. Este fue un concepto común a toda el área andina” (pág. 22). “Estos mitos referentes al establecimiento de los incas son básicos porque revelan su cosmovisión y sus estructuras sociopolíticas.” (pág. 35). Túpac Yupanqui, para ampliar las fronteras del Tahuantinsuyo, decide marchar hacia regiones del norte. Tras vencer a los cañaris y quitus ordenó poblar la región con gente de otros lugares. Luego de varios años emprende la guerra contra los guancavilcas con ayuda de balseros tumbesinos y la región de Guancavilca queda formando parte del Chinchaysuyu. ¿Por qué los incas llamaron Guancavilca a nuestra región? Analicemos la etimología de la palabra en quechua costeño: guanca significa piedra y puede referirse a un personaje convertido en piedra al que se le atribuía carácter sagrado. Villca significa ‘ayllu’ en quechua de la costa (en el de la sierra, familia, linaje, parcialidad). La traducción de guancavilca es muy clara. Ensayemos un significado: parcialidad o familia que atribuía carácter sagrado a un personaje propio convertido en piedra. Los incas encontraron muchos pueblos que mantenían esta tradición y así bautizaron a toda la región, hoy provincia de Santa Elena. Para confirmar el nombre: “Una confirmación de nuestra conjetura es la presencia, en la capital (Cuzco), de grupos de plateros de diversos puntos de la costa: Ica, Chincha, Pachacámac, Chimu y Huancavilca en el actual Ecuador.” (pág. 102) “…el curaca de la región, llamado Chincha Pula, declaró que desde Huancavilca-en el Ecuador- le traían unas conchas rojas…” (pág. 225). Guancavilca es sustantivo, pero también puede ser gentilicio. San Biritute es una construcción de leyenda urbana que ridiculiza su grandeza histórica; los verdaderos guancavilcas están en Santa Elena.

Wilson Ruiz Calle