Cartas de lectores | Santa Elena: ni descubrimiento ni península
Esperamos que las autoridades seccionales corrijan otra de las aberraciones históricas de nuestra provincia
Es costumbre celebrar el 18 de agosto como el Día del Descubrimiento de la península de Santa Elena. ¿Se justifica tal conmemoración?
“Desde un punto de vista rigurosamente histórico, no ocurrió nada el 12 de octubre de 1492 que pudiera llamarse, con alguna propiedad, el Descubrimiento de América y que, por ello mismo, ha constituido por siglos una fuente constante de errores de apreciación y de falsa interpretación de la historia…” (Biblioteca Virtual Miguel de Cervantes). Esta misma consideración podemos aplicar a los exploradores españoles liderados por Francisco Pizarro, que surcaron por primera vez las aguas de la punta Santa Elena; estos no andaban en afán de descubrir tierras sino de explorarlas y estudiar su potencial de riquezas para solicitar al gobierno español la facultad de colonizarlas y explotarlas. Ellos sabían perfectamente dónde se encontraban, pues previamente habían ejecutado numerosas expediciones. La llegada de Colón tenía ya 35 años de antigüedad cuando la expedición de Pizarro pasó por aquí; por lo tanto no podemos hablar de descubrimiento’.
Para comprender lo que es una península debemos acudir a la etimología del vocablo península, que deriva del latín ‘paen’, casi, e ‘ínsula’, isla; lo que significa porción de tierra que parece una isla. Toda península debe tener tres partes: península, istmo y territorio mayor. La confusión y error aparece por la apreciación del geólogo Teodoro Wolf: “Si tiramos una línea recta de Guayaquil a la boca del río de Colonche, tenemos separada esta región del resto de la República, pues por todos los demás lados está rodeada de agua salada, formando la gran península del Morro y de Sta. Elena, que con relación a aquel carácter se podría llamar un apéndice anormal del Ecuador”. Esto no lo podemos aceptar ya que se está sustituyendo al istmo por una línea recta. Nuestra región, ni de lejos ni de cerca se parece a una isla.
Esperamos que las autoridades seccionales corrijan otra de las aberraciones históricas de nuestra provincia.
Wilson O. Ruiz Calle