Cartas de lectores: Sentencias y propuestas indecentes
En estas doctas manos está el Metro de Quito. ¡No olvidar!
Noventa y dos pícaros agrupados en la Asamblea Nacional acaban de parir un engendro que beneficiaría a los vocales del Consejo de la Judicatura, alimentando y protegiendo el sentido de impunidad. La propuesta, Art. 23. dice: “Cuando exista un vocal (pillo) del Consejo de la Judicatura, en caso de ausencia temporal que se deba al cumplimiento de prisión preventiva o arresto domiciliario dispuestos por juez o jueza competentes, la o el vocal (pillo) podrá solicitar acogerse al régimen de licencia sin sueldo por el tiempo máximo establecido en ese código. Mientras dure la prisión preventiva o el arresto domiciliario, el Consejo de la Judicatura suspenderá las funciones, etc. etc.”. Para que escribir el resto si cualquier ciudadano con un gramo de dignidad lo escondería entre los panfletos sucios. El presidente ha vetado este atentado al pudor y aunque no se crea, algunos correistas han protestado sin ruborizarse.
En su “Desafío”, Hernán Pérez Loose dice: “El ecuador no quiere ni debe regresar a los tiempos de la ‘Década Robada’, en la que los jueces eran manipulados por el Ejecutivo o por los capataces de ciertos partidos, ni al manoseo clientelar de los fondos públicos, ni al jineteo del poder político sobre los órganos rectores de las elecciones, ni al reinado del miedo y la persecución como forma de hacer política”.
Juan Carlos Holguín en su artículo, “Un año perdido para Quito”, desnuda a la capital por la mala administración del señor Pabel Muñoz, al que el Sistema del Metro de Quito se le pararía en dos años con tres unidades fuera de servicio y sin contrato de mantenimiento.
Hace algunos años, un pícaro apodado ‘Corcho’ Cordero, presidente del Consejo Directivo del IESS, queriendo adular a Correa declaró entre sonrisas que el Estado no le debía un centavo al IESS. El actual jefe del Metro, Hugo Villacrés, también expresidente del Consejo Directivo del IESS, cuando se le preguntó lo mismo respondió: “El Estado si le debe al IESS, pero no tiene ningún apuro de que le pague”. En estas doctas manos está el Metro de Quito. ¡No olvidar!
Dr Carlos Mosquera Benalcázar