Cartas de lectores | Solidaridad, riesgos y controles
Para evitarlas se deben diseñar y aplicar procesos automatizados
La crisis energética, además de las acciones urgentes que deben adoptar los organismos públicos y privados en el ámbito de sus competencias, nos obliga a actuar con solidaridad mediante el uso más responsable de la energía eléctrica y el agua; la conducción vehicular sin egoísmo para evitar la congestión de tránsito, principalmente en intersecciones; la comunicación de información comprobada; la formulación de propuestas de solución a los problemas con el compromiso de acompañar en su aplicación, para que no sea solo la vitrina para exhibición de supuestos expertos. A esta crisis que afecta a todos, pero con mayor dureza a los más necesitados, debemos convertirla en la oportunidad de unir esfuerzos con participación de todos los sectores, y elaborar y ejecutar un plan de generación, interconexión, distribución y recaudación, utilizando todas las alternativas existentes y tecnología moderna, para hacer frente a riesgos provenientes de la naturaleza (como la sequía, una de las principales causas de la crisis) y de la acción humana, que tiene origen en la ineficiencia y la corrupción acumuladas, frente a las que no se han adoptado acciones oportunas y efectivas. Para evitarlas se deben diseñar y aplicar procesos automatizados que promuevan la transparencia y el control social en cada una de las etapas, desde la generación hasta la recaudación de la energía eléctrica, con evaluación de riesgos, a fin de establecer controles específicos que prevengan errores o irregularidades y faciliten su identificación oportuna y así las autoridades adopten acciones correctivas.
Mario Andrade Trujillo