Cartas de lectores: Si va a tirar la toalla, que sea en la playa
El mar no cobra, el sol inspira y la arena te siente.
El feriado del carnaval fue muy relajante para muchas personas que disfrutaron de las playas ecuatoriana. Aproveché con mi familia para darme un relajante regalo: un motivador viaje por la Ruta del Spondylus. Un mini ‘tour’ haciendo escala en diferentes lugares familiares, como Ancón, donde me dieron un lindo recibimiento. Luego pasé por Data de Posorja, con una rica parrillada entre risas y tertulias anecdóticas. Finalmente terminé en las playas de Monteverde y Montañita, en busca de Bob Marley y sus remembranzas. Despertar cada mañana y ver ese hermoso amanecer y luego el atardecer trae mucha salud mental. Caminar sus playas a las 7 a. m. todos los días significa sentir ese contacto natural y relajante con el sonido del mar y su brisa fresca que ayudan a reducir el estrés y la ansiedad. Caminar al aire libre, en compañía o con soledad, de punta a punta la playa tiene sus beneficios: se mueven músculos y articulaciones, y es un ejercicio cardiovascular. El agua salada contiene propiedades antibacteriales y cura la piel. La playa es fuente de salud, su vitamina D...epende de la actitud positiva para sentirla. La playa nos inspira en compañía de un hermoso paisaje, del ocaso, entre metáforas, risas y tertulias. Si va a tirar la toalla, que sea en la playa. El océano agita el corazón y trae alegría al alma. El mar no cobra, el sol inspira y la arena te siente.
Javier Valarezo Serrano