Cartas de lectores: Una trágica historia

Ingresamos así al mundo de las tinieblas, en donde habitan ángeles caídos

La tragedia comenzó cuando decidieron cerrar la base militar de Manta. Al hacerlo, abrieron mil puertas para que infecten todo el territorio nacional con el maldito polvo blanco.

Primero había que sobornar a los que cuidan las fronteras. Lo hicieron.

Luego, tenían que corromper a los que vigilan las carreteras. Lo hicieron.

Si por mala suerte caían presos, debían cohechar a los miembros de las salas de justicia para que sean benevolentes o cómplices del flagrante delito cometido. Lo hicieron.

Los de mentes lúcidas y corazones ardientes debían reclutar y aceitar a los políticos para que defiendan desde sus tronos y curules y favorezcan con torcidas leyes a los facinerosos de la droga. Lo hicieron.

Viendo la incapacidad de la justicia para castigar a los que compran verdades para convertirlas en mentiras, se engordó el ejército de la corrupción que hoy convive junto a nuestras casas, como la cizaña junto al trigo, buscando el momento propicio para satisfacer las demandas de sus codicias inagotables. Lo siguen haciendo.

Ingresamos así al mundo de las tinieblas, en donde habitan ángeles caídos, demonios, pervertidos y depravados, amantes todos del mal y candidatos al fuego eterno…

Gustavo Vela Ycaza