Cartas de lectores: Los vende humo y encantadores de serpientes

Los vende humo encontraron en las redes sociales terreno fértil para sembrar sus mensajes 

Cada vez que nos acercamos a elecciones los asesores vende humo se reproducen y tratan, con argumentos falaces, que algún candidato o partido político caiga. Juegan un papel crucial, actuando como sombras tras líderes que más parecen figuras decorativas que verdaderos conductores del cambio. Emergen con fuerza personajes que lejos de guiar a sus representados hacia la verdad, los conducen a un laberinto de ilusiones y espejismos. Los vende humo ofrecen soluciones vacías, promesas sin sustento y discursos atractivos, pero carentes de contenido, en un entorno donde la desinformación y ‘fake news’ se propagan vertiginosamente y sin control; los asesores se convierten en artistas del engaño, generan expectativas irreales y transforman lo inalcanzable en un sueño colectivo que se desvanece ante la realidad, con discursos de frases grandilocuentes y terminología técnica que confunden. Y los encantadores de serpientes evocan a personajes de la narrativa popular que con una melodía hipnótica atraen a las masas a su trampa; con técnicas de comunicación persuasivas disfrazan la falta de soluciones concretas. Su peligro radica en su capacidad para encantar y deslumbrar, y su influencia se extiende a la construcción de realidades alternativas donde la verdad es maleable y la crítica traición; convierten mentiras evidentes en verdades asumidas. Ecuador ha sido escenario frecuente de campañas electorales donde las promesas vacías y narrativas engañosas han prevalecido. Los vende humo encontraron en las redes sociales terreno fértil para sembrar sus mensajes en audiencias que buscan respuestas rápidas a problemas complejos, facilitando la difusión de narrativas, convirtiéndose en los nuevos íconos de la desinformación. La sociedad debe asumir parte de la responsabilidad: la falta de pensamiento crítico y educación mediática sólida permite que encantadores de serpientes y vende humo prosperen y operen con impunidad. Medios de comunicación, instituciones educativas y sociedad civil: unan esfuerzos para promover una cultura de veracidad y transparencia. Estos nefastos personajes han estado presente a lo largo de la historia política; su habilidad para manipular, engañar y desviar la atención de los verdaderos problemas es un reto constante para las democracias contemporáneas. La clave es cultivar una ciudadanía informada y crítica, que resista el atractivo de la ilusión y se enfoque en buscar la verdad. Solo así desmantelar este espectáculo tragicómico y construiremos un futuro donde la política esté al servicio de la realidad y el bienestar colectivo.

Francesco Aycart C.