Cartas de lectores: Las verdades hay que decirlas como son
En este país cada día aparece un nuevo reclamo de la ciudadanía
Cuando el Dr. Roberto Gilbert Febres-Cordero fue presidente de Fedeguayas también organizó cursos vacacionales con la participación de ocho mil niños y niñas de varias edades y pertenecientes a varios estratos sociales de Guayaquil. La diferencia entre lo que se hizo ayer y lo que se está haciendo ahora lo dice la historia con mucha claridad.
En primer lugar, Gilbert contrató dos técnicos argentinos con quienes elaboró un plan de acciones que dieron resultados con más de 20 instructores guayaquileños que fueron regados como cimiente en todos los escenarios que quedaron del quinto campeonato Mundial de Natación, saltos ornamentales y nado sincronizado.
Los padres de familia no tuvieron que pagar un centavo por la inscripción ni por el vestuario con que participaban los párvulos en cada competencia, pues lo que quería la dirigencia era que nuestros deportistas aprendan a nadar, y que ese título les sirva como boya para salvar sus vidas en momentos de peligro.
Estamos convencidos de que cuando existe una buena dirigencia todo es factible en esta ciudad que ahora se pierde, desafortunadamente, por cantos de sirena y amenazas entre gobierno central y la municipalidad del cantón. Quiera Dios que esto pronto cambie para bien de una colectividad que ya no sabe qué hacer. En este país cada día aparece un nuevo reclamo de la ciudadanía, que mira con descontento el accionar torcido en deporte, turismo y descuido permanente de nuestras ciudades. Por eso las verdades hay que decirlas como son.
Emilio Ruiz Ortiz