Cartas de lectores: Vivir y amar nuestra patria, verdadero acto de fe y valor
Es necesario hacer una invitación al Gobierno Nacional para que empiece a buscar solución y logre eliminar la corrupción
Soy un fiel creyente de que al inicio de un nuevo año hay que darle sentido hasta donde se pueda a esta frase tan popular que dice “Año nuevo, vida nueva”.
Lastimosamente en 2023, en términos generales, la situación del país, lejos de mejorar, empeoró. Temas como la seguridad, corrupción, violencia social, falta de medicinas en hospitales, escasez de liderazgo, oportunismo político, narcotráfico, ausencia de oportunidades de empleo, impunidad, pobreza y extrema pobreza estuvieron a la orden del día; mientras la ONU y la OEA mostraban una vez más su ineficiencia en ayudar a resolver problemas internacionales, o en poner un alto a conflictos sangrientos como los perpetrados a Ucrania e Israel.
Quisiera escribir positivamente en el inicio de este nuevo año para no amargar la vida de nuestros compatriotas que saben lo que es vivir día a día en un país sin ética, sin valores morales, lleno de pactos oscuros, de políticos que solo piensan en su obsesión por el poder y el dinero, que solo piensan en vivir una vida plena junto a su entorno familiar y al grupo al cual pertenecen, mientras la mayoría de la población sufre dolorosamente la experiencia de vivir en una nación donde la vida vale muy poco, y aquellos que existimos podemos exclamar que vivir y amar a nuestra patria es un verdadero acto de valor y fe.
Señor Director, se dice que este 2024 es propicio para realizar algunos cambios que el país necesita. Pero con el cuestionario de preguntas planteadas por el presidente Noboa para la consulta popular, dudo que haya la posibilidad de que se den los cambios que los ecuatorianos esperamos. Lo que queda claro es que el statu quo queda garantizado para los políticos. Es necesario hacer una invitación al Gobierno Nacional para que empiece a buscar solución y logre eliminar la corrupción y la narcopolítica enquistadas en instituciones y organizaciones políticas, como también en el Poder Judicial.
Eco. Mario Vargas Ochoa