Cartas de lectores: Volver a la bicameralidad republicana
Ni la Arcsa podría desrratizar una asamblea de pantalla, plagada sin purga por la narcocracia
La Constitución ‘revolucionaria’ de 2007 eliminó la bicameralidad, imponiendo un monopolio legislativo copiado al carbón de dictocracias como Cuba o Venezuela. El retorno a las dos cámaras representativas permitirá dividir la discusión de leyes y el control político en tiempos y espacios autónomos, separación de funciones que nos liberará del cuello de botella actual, taponado y corchado por la agenda de impunidad del correato. Estamos hartos de ver a legisladores quemar tiempo, inventando días del ‘gamer’ o dando tarima a narcoprófugos para obstruir a poderes de control como Fiscalía. Ni la Arcsa podría desrratizar una asamblea de pantalla, plagada sin purga por la narcocracia. De vuelta a la normalidad republicana, con un legislativo bicameral, el número de senadores y diputados se reduciría con representantes por provincia. El pueblo está harto del podrido modelo asambleísta, cuya única cura es la decapitación por muerte cruzada. El Poder Legislativo debe retornar a la estructura bicameral de senadores y diputados de la constitución republicana de 1998.
Paúl Tapia Goya