La consulta popular

Si el presidente quiere pasar a la historia y rescatar el apoyo de todo el país, debe decirlo y hacerlo con la mayor dureza, es el único lenguaje que los delincuentes entienden, pues los enemigos del país quieren que fracase, y van a recurrir a organizaciones de derechos humanos.

El espíritu de una consulta popular es preguntar temas de interés nacional, y no debería tener ninguna limitación. El interés público debe prevalecer sobre la Constitución y las leyes. La finalidad de las FF. AA. es garantizar la seguridad nacional. Tienen aviones, barcos, vehículos y 98.000 efectivos que nunca van a combatir; solo una pequeña parte se utiliza en labores de vigilancia y en fronteras. Los campos de batalla del siglo XXI ya no están en las fronteras, están en las ciudades. Hay grupos armados, con fusiles de asalto, ametralladoras, granadas de mano y dinamita, robando, asesinando y sembrando el terror para quitarle el control al Estado y cobrar vacunas. Esto va a destruir la economía del país. Hay casas que se están vendiendo, negocios cerrando, gente sin empleo y que está siendo asesinada por no poder pagar la vacuna. Esto ya no es delincuencia común, es guerrilla urbana. El no verlo así es miopía de las autoridades y un gran desperdicio de dinero y recursos del personal del Estado; un error de concepto de la Corte Constitucional el haberlo negado. Gobiernos de El Salvador y Guatemala entendieron que la superioridad de la fuerza siempre la tiene el Estado. Si el presidente quiere pasar a la historia y rescatar el apoyo de todo el país, debe decirlo y hacerlo con la mayor dureza, es el único lenguaje que los delincuentes entienden, pues los enemigos del país quieren que fracase, y van a recurrir a organizaciones de derechos humanos. ¿Derechos humanos de las víctimas o de los delincuentes?

Juan Orús Guerra