La cordillera de Manta y sus riquezas en los fondos marinos
Y con esta explotación, resarcir la deuda ecuatoriana hacia ellos, dejando el remanente para beneficio del país.
A raíz de la firma del Tratado de la Convemar en 2012, debemos aprovechar las riquezas en los fondos marinos para explotarlos, lo que conllevaría a desterrar la crisis. La producción petrolera está a portas de la extinción por la exigua producción. En las costas de Manabí, en la cordillera de Carnegie o de Manta, que nace allí y va hasta las islas Galápagos, hay nódulos polimetálicos de manganeso que podrían ser extraídos para mitigar los efectos del terremoto de 2016. Su abundancia en el océano Pacífico es muy variable, aun en escalas de un kilómetro o menos. Su formación ha permitido a países como Francia, EE. UU. e Inglaterra realizar estudios estimativos de una cantidad de cerca de 100 mil millones de t de nódulos polimetálicos de manganeso, mineral estratégico, hasta para producir bombas nucleares y medicinas contra el cáncer. Su formación depende de tasa de sedimentación y corrientes de fondo, disponibilidad de núcleos, zonas de alta productividad; topografía del fondo marino. En Ecuador, el Cmdt. Mariano Sánchez Bravo (+) durante sus viajes a Antártida pudo visualizar en el buque Orión la existencia de estos minerales aproximadamente 150 millones de t de nódulos polimetálicos; se estima que su extracción podría en corto plazo cancelar la deuda externa, con tecnología avanzada por estar entre 2.500 y 3.000 m de profundidad. El Gobierno podría comprometer a un país acreedor, como China, para que realice estudios de prospección, exploración, explotación y beneficio. Y con esta explotación, resarcir la deuda ecuatoriana hacia ellos, dejando el remanente para beneficio del país.
José Arrobo Reyes