Corregir a una persona no es sinónimo de trauma

Los adultos en su entorno, antes de ser permisivos, deberían informarse para prevenir calamidades en humanos o animales

Cerca de mi hogar, un niño apunta a los ojos de mis gatiahijados, ya que en su imaginario libera una batalla de la guerra de las galaxias. Hablé con su mamá referente al peligro de que queden ciego los gatos que sufren tal ataque, a lo cual me respondió: “son de la calle, si les pasa algo más, no hay diferencia; mi hijo necesita divertirse, no le puedo prohibir. Después se me traumatiza”. Los animales dan lecciones para Escuela para padres. Mi gatiahijada Rosita con una sola señal a Jazmín le indicaba que se guarde cuando venía algún perro bravo y Jazmín obedecía. Ella fue envenenada el 04-ene-23 y aún Rosita la espera para alimentarla. No dejé que ella vea su cuerpo inerte para que no entre en depresión. Debido al peligro de los láseres en manos de niños, la FDA en 2014 emitió el documento ‘Minimizing Risk for Children’s Toy Laser Products’, donde dice: “nunca apunte un láser ni dirija directamente la luz a nadie, incluyendo a los animales”. La Biblia en Proverbios 25:28 nos dice: “Como ciudad derribada y sin muro es el hombre cuyo espíritu no tiene rienda”. Los adultos en su entorno, antes de ser permisivos, deberían informarse para prevenir calamidades en humanos o animales, porque todos necesitamos ojos sanos. El trasplante de córneas en humanos es difícil, y para un gato cuesta $ 600 .

Ec. Marysol del Castillo