Cumbre del Cambio Climático COP27
La COP27 afronta un nuevo reto: replantear acciones y medidas, formular políticas de reducción y gestión de gases de efecto invernadero, reducir a cero el consumo de combustibles fósiles y fortalecer medidas de adaptabilidad y resiliencia.
Este 6 de noviembre se dará inicio a la Cumbre del Cambio Climático del COP27. Abordará los resultados de la anterior y los avances en acuerdos suscritos enfocados en la adaptación climática, financiamiento y transición a economías verdes de países en vías de desarrollo. La crisis climática ha superado las predicciones científicas, con consecuencias irreversibles; ya regiones como Europa están siendo azotadas por sequías, afectando cultivos, con riesgo de incendios y pérdida de servicios ecosistémicos. Países europeos y asiáticos están experimentando períodos de altas temperaturas, con aumento de demanda energética. Se está afectando la Antártida, originando el desgaste de las plataformas de hielo del permafrost (capa de suelo que almacena carbono; de descongelarse liberará a la atmósfera gases de efecto invernadero como dióxido de carbono y metano) y aumento acelerado del nivel del mar, con vulnerabilidad para comunidades costeras, pérdida de playas e infraestructuras. Para ONG y activistas ambientales las acciones de los países miembros del Cmnucc han fracasado; se han suscrito desde 1994 protocolos y acuerdos, sin lograr el objetivo de mejorar las condiciones ambientales y contener la emergencia climática. La COP27 afronta un nuevo reto: replantear acciones y medidas, formular políticas de reducción y gestión de gases de efecto invernadero, reducir a cero el consumo de combustibles fósiles y fortalecer medidas de adaptabilidad y resiliencia.
Vicente Mera Molina