La desigualdad económica y el auge de peligrosas políticas populistas
La creciente desigualdad económica es un factor influyente para el auge de peligrosas políticas populistas
Los gobernantes ecuatorianos deben estar conscientes de que la desigualdad y la injusticia social originan las superpuestas crisis sociales que han venido impactando en la sociedad, crisis causadas y potencializadas por la incapacidad para gobernar, corrupción, falta de inversión, inseguridad ciudadana, violencia, deficientes servicios públicos de educación y salud, altos precios de alimentos, desempleo, pobreza, hambre, desnutrición infantil, sicariatos, obligando a cientos de miles de compatriotas a emigrar del país.
La alta desigualdad impide el desarrollo social y económico, frena la reducción de la pobreza y destruye el sentido de realización y autoestima de las personas. Para reducir la desigualdad es necesario redoblar esfuerzos para erradicar la pobreza extrema y el hambre e invertir en educación pública, salud, protección social, trabajo digno en especial a favor de los jóvenes.
La creciente desigualdad económica es un factor influyente para el auge de peligrosas políticas populistas, las cuales traen consecuencias negativas para la democracia. Por lo que, un país que busca la justicia social debe invertir sumas importantes en crear una educación pública de muy alto nivel, pagando y capacitando a los maestros y constituyendo escuelas, colegios, universidades que compitan con las privadas y superarlas.
En conclusión, podemos decir que la desigualdad posterga y contradice los principios básicos de la democracia como estilo de vida, por consiguiente, debe ser combatida e irrumpida por una generación que abrace el progreso al trabajo, la honestidad, responsabilidad, dedicación, perseverancia, sobre todo creer en nosotros mismos y aportar por condiciones equitativas.
Mario Vargas Ochoa