Eliminar los profesores normalistas dio inicio al debacle en la educación
Es la triste realidad del sistema educativo. Preparémonos para lo que viene si no se corrige
Luego de leer el artículo “Fracaso del sistema educativo” escrito por el Dr. Roberto Passailaigue sobre las fallas del sistema de educación creo que pasó por alto comentar sobre los profesores. Cuando las clases se impartían en dos jornadas todos los profesores eran graduados de colegios normalistas, con conocimientos de pedagogía, psicología y los demás necesarios para poder ejercer la cátedra y llamarse maestros. Desde la llegada de la ‘revolución educativa’ todo cambió; hoy cualquier bachiller que haya participado en campañas electorales, gane su candidato y tenga oportunidad de solicitar empleo, le dice a quien esté a cargo de repartir puestos: “aunque sea de profesor”. Esas son las causas de que nuestro magisterio esté plagado de profesores gana sueldo, sin pedagogía ni mística de servicio. Los resultados de ese error: profesionales que escriben con faltas ortográficas y más. La eliminación de los colegios normalistas fue el primer paso; a esto se agregó la reglamentación facilista: examen de recuperación, recalificación, segunda oportunidad, etc. Antes había tres categorías: suspenso, aplazado y quedado de año. Agregamos la ‘afectación psicológica’ por el llamado de atención o castigo que algún profesor pueda hacer al alumno. Hoy el profesor no goza del respaldo de la autoridad educativa, incluso puede ser destituido si algún padre de familia presenta una queja contra él por dejarlo de año o no acceder a otra oportunidad para pasar. Es la triste realidad del sistema educativo. Preparémonos para lo que viene si no se corrige.
Bolívar Torres M.