“Los errores de los políticos”

Realmente creí que la capacidad de justificar actitudes ya había tocado fondo en Ecuador...

He escuchado con estupefacción las declaraciones de la Sra. Aguiñaga sobre la CIDH, respecto al pronunciamiento de esta institución acerca de la prisión de la Sra. Pabón, del Sr. Virgilio Hernández y el Sr. González. Realmente creí que la capacidad de justificar actitudes ya había tocado fondo en Ecuador, que ya nada nos sorprendería, pero aparece ahora una de las incoherencias más escandalosas que pueda pronunciar un político. Coincidencialmente se da en las filas de los seguidores de Correa y solo para justificar un concepto que antes sostuvieron públicamente, tanto el Sr. Correa como sus acérrimos seguidores, sobre la CIDH.

Jamás en la vida los ecuatorianos hubiéramos imaginado que luego de llamar a la CIDH “recolectora de basura”, de descalificarla en los peores términos, hoy alguien pueda acoger un pronunciamiento de este organismo, y, lo que es peor decir que “los políticos, al calor de las circunstancias cometen errores, se equivocan”.

 

¿Se puede equivocar un político en un asunto tan delicado, descalificando en los peores términos a un organismo internacional, cuando los mismos contradijeron sus acciones en la política local, para luego cuando un dictamen de ese mismo organismo favorece a uno de sus amigos, recurrir a dicho dictamen para defender a sus coidearios? Serán confiables políticamente quienes así actúan y se pueden calificar de coherentes?

 

A igual que su líder, quien pretendió acudir al mismo organismo que antes denostó, muestran una coherencia de pensamiento? ¿Y quieren así volver a gobernar el país?

Ing. José M. Jalil Haas