Cartas de lectores: El estudio y acción del sedimento del río Guayas es imperativo
El estudio y acción para combatir el sedimento del río Guayas es imperativo, antes de que sea tarde
La caótica circulación vehicular que está soportando la ciudad de Guayaquil lleva a la desesperación a sus habitantes. Razón para que las autoridades estén pensando en volver al río Guayas como medio de transporte masivo. La intención es fabulosa, pero hay que ver las condiciones de navegabilidad.
Los estudios realizados por la Autoridad Portuaria de Guayaquil en febrero de 2012 indican que el río Guayas nace en la unión de los ríos Daule y Babahoyo y desemboca mediante varios canales en el océano Pacífico, cuya longitud es de 55 km, ancho promedio de 1,5 km y profundidad 5 m en La Puntilla y 12 m en la desembocadura. Por otro lado, el río Guayas en invierno tiene un caudal de 1.500 m3/s y en los meses restantes 360 m3/s. La acumulación de sedimentos se presenta básicamente en los cuatro primeros meses del año.
Siendo conservadores, estos corresponden al 0,1 % del caudal, igual a 1,5 m3/s, cuyo acumulado al año da un volumen de aproximadamente 15’500.000 m3, contabilizando en 12 años 187 millones de m3 de sedimentos, disminuyendo la profundidad en 2 m; luego, en el tramo del río que está frente a la ciudad, que tenía profundidad de 5 a 8 m en el 2012, ahora debe tener de 3 a 6 m.
Los entendidos en navegación fluvial sabrán si se puede o no utilizar el río Guayas para transportación masiva, en todo caso se deberá hacer una batimetría. Lo que preocupa sobremanera es la cantidad de sedimento que ingresa al río Guayas, que forma islotes cada vez más, mermando la capacidad de navegación y, lo que es más grave: una posible inundación de la ciudad en el futuro. La solución es muy compleja, necesita un equipo multidisciplinario de especialistas (academia y marina). Las autoridades deben tomar en serio a este enemigo silencioso.
Una idea exploratoria puede ser combinar el dragado constante con la retención de los sedimentos en los afluentes de los ríos Daule y Babahoyo mediante la construcción de diques, más efectivo y barato que el dragado. El estudio y acción para combatir el sedimento del río Guayas es imperativo, antes de que sea tarde.
Marco A. Zurita Ríos