Evitar el fraude

El pueblo clama fervientemente que la Fiscalía, presidida hoy por tan valiente e ilustre dama, reemplace a ciertos elementos incrustados en el CNE

Concluida la primera vuelta, muchos editorialistas, articulistas, periodistas, analistas políticos y gran número de entendidos en la materia dan por sentado que en esta ocasión el fraude también se hizo presente. De ser cierto, los ecuatorianos perderíamos completamente la fe en las instituciones y toda opción de que nuestros votos sean respetados, puesto que durante años en nada han cambiado las condiciones. Las autoridades encargadas de cuidar y monitorear estos importantes actos cívicos al parecer son vitalicias, pues durante largos años no han sido reemplazadas. Si los resultados ya están dados, ¿para qué invertir tanto dinero en un nuevo proceso electoral que no es sino el simulacro de un circo barato, tomando en consideración que el país se debate en la pobreza? Lo único que podría salvarnos es la inmediata remoción de todos estos personajes que se han apoderado del CNE y lo tienen prácticamente secuestrada. El pueblo clama fervientemente que la Fiscalía, presidida hoy por tan valiente e ilustre dama, reemplace a ciertos elementos incrustados en el CNE, por personas idóneas, de solidez comprobada y límpida trayectoria; acción con la que se ganará el aplauso y respaldo incondicional de la gran mayoría de ecuatorianos. Esto con el fin de oxigenar estos espacios públicos, transparentar las votaciones y garantizar que se esté cumpliendo, a cabalidad la voluntad soberana de los electores que anhelan fervientemente que retornen la seguridad, la paz y la justicia, para consolidar el progreso y asegurar un futuro promisorio para la patria.

Fabiola Carrera A.