La forma idónea de agradecer a Yela Loffredo de Klein todo lo que hizo por Guayaquil
No debemos permitir que el tiempo y el olvido echen niebla sobre el recuerdo de una trayectoria de vida, es preciso que ese ejemplo perdure y sea testimonio permanente para futuras generaciones. La nube del olvido jamás deberá recaer sobre la memoria de una de las mujeres más ilustres del siglo XX: Yela Loffredo de Klein, escultora, gestora cultural, arqueóloga; guayaquileña de civismo inquebrantable, defensora de Guayaquil, que luchó en las calles por la democracia y estuvo valientemente en la frontera en el último conflicto armado con Perú. Fue directora del Museo Municipal de Guayaquil, cuya gestión no ha sido igualada hasta hoy. Promovió los más importantes eventos culturales que conoció la ciudad; gracias a su entusiasmo e iniciativa, el museo se convirtió en lugar emblemático para las artes escénicas y plásticas, la música y encuentros literarios. Fue la gestora de la Asociación Cultural Las Peñas, donde se dio un espacio para el desarrollo del arte, ofreciendo su apoyo a los artistas jóvenes del país. Ella fu e el centro de amor y dedicación para la preservación del barrio patrimonial Las Peñas, donde vivió hasta su muerte. Merece de Guayaquil un justo reconocimiento. Su figura es demasiado grande para ser ignorada. La Municipalidad le debe el homenaje a tan ilustre mujer, pero uno que sea digno de la grandeza de su obra y trascendencia. De allí mi respetuoso pedido a la señora alcaldesa: que el reconocimiento público corresponda a la dimensión histórica de esta gran mujer que amó a Guayaquil hasta el último día de su vida. Por tanto, me permito solicitar que el homenaje no se limite a un busto de resina ubicado en alguna de las tantas escalinatas de Las Peñas, eso no corresponde a la grandeza del personaje, ni a la importancia de su legado para los guayaquileños. En nombre de un gran número de exponentes de la vida cultural de la ciudad, le pedimos que el Museo Municipal de Guayaquil lleve el nombre de Yela Loffredo de Klein y que se coloque un monumento en la parte baja de la Planchada, frente a Las Peñas.
Rosa Amelia Alvarado Roca