Una guayaquileña que observa y denuncia
Quienes vivimos en Samborondón estamos encerrados; no hay calles alternas, vías rápidas
Hay momentos en la vida en que por la edad u otro impedimento no se puede accionar como quisiera, pero gracias a los nuevos medios podemos observar, protestar y actuar para el bien de una ciudad, de un país: uno, estoy de acuerdo con la libertad de expresión, pero jamás con la crónica roja en que los canales solo presentan imágenes desgarradoras, crueles, que ofenden la sensibilidad de niños y adultos. No hay cultura, ni buenos ejemplos; casi no hay noticias internacionales. ¡Gran pena que estén traumando a tanta gente! Y los responsables de dirigir estos medios callan. Dos, ¿cómo es posible que en Samborondón den más y más permisos para construir sin una disposición de que las nuevas edificaciones tengan varias calles para salir. Quienes vivimos en Samborondón estamos encerrados; no hay calles alternas, vías rápidas. ¿Qué pasa con su Municipio, que no planifica? Hagan estrategias para poder entrar y salir sin tener que llegar de una urbanización cerca a otra en 10 o 15 minutos, cuando sin trafico apenas toma 2-3 minutos. Espero que ahora, en vías de elecciones, no mientan con cosas que no van hacer. Basta verlos en una entrevista de dos minutos y se aprecia su incapacidad; solo desean poder; vienen de la enseñanza de que “el poder te hace rico y luego te esfumas”. ¿Donde están los verdaderos ecuatorianos? Que se lancen a elecciones, preparados y con afán de servir, no de ser servidos. No desmayemos en hacer ver el bien y en denunciar; yo con 79 años me espanto ante la incapacidad de muchos representantes.
Lupe de Manrique