No hay dinero para pagar las deudas; hay que implementar medidas
El segundo, préstamos para la pesca artesanal a las cooperativas de pescadores y a las comunas
La exclamación más escuchada en el país: ¡No hay plata! No es que se quejan de ganas, sino que efectivamente es así. Por doquier se lamentan de la apremiante situación económica e inclusive lo hacen las instituciones del Estado, como es el caso del SRI. A los discapacitados y adultos mayores, que se acercan a cobrar sus retenciones del IVA, les comunican de manera oronda: “no hay dinero, pero si les van a pagar, estén tranquilos”.
Con la tranquilidad y la esperanza no se compra nada, el comportamiento de ese segmento humano puede llegar a la desesperación, al considerar que con ese dinerito pueden solventar situaciones apremiantes de salud e inclusive parte de su alimentación.
A 800 becarios les adeudan 450 dólares desde el 2023 y $460 a partir de enero 2024. La respuesta que reciben: “No hay plata esperen”...
Favor grande hicieran si los Ministerios de Salud y Educación así lo manifestaran porque los usuarios sabrían a que atenerse. No hay plata para pagarle a la Sociedad de Lucha contra el Cáncer (SOLCA). No hay plata para pagar por mas de un año a empleados y trabajadores del hospital León Becerra, de la Sociedad Protectora de la Infancia. No hay plata para los insumos, ni para pagar las clínicas de diálisis.
No hay plata para el mantenimiento de las carreteras. Tampoco para el pago del 40% del aporte del Estado al IESS...
Esta cruda realidad, la estamos soportando todos, unos más, otros menos y algunos hasta angustiante. Lo sorprendente es que pasan las horas, los días, los meses y, como que nada sucediese, algunos insensatos incitan al pueblo a dar un muchas gracias al gobierno por tanta negligencia.
Cuatro escalones de orden económico a favor del pueblo trabajador como es el ecuatoriano, es inminente necesario implementarlos. El primero, un financiamiento popular a bajo interés para que el campesino trabaje, siembre y cosechen productos de consumos prioritarios. El segundo, préstamos para la pesca artesanal a las cooperativas de pescadores y a las comunas. El tercero, repartir a dos millones de familia de pobreza extrema la cantidad de $500 dólares mensuales. Y el cuarto, formalizar la minería ilegal.