¿Le falta vocación?
Es indignante escuchar al finalizar un ciclo académico o año lectivo escolar: “le falta vocación”, “me dejó a supletorio…”, “no aprobé el nivel…”, “es malo y no ayuda…”. Los profesores invertimos tiempo, dinero, esfuerzo y sobre todo sacrificamos horas extras para revisar tareas, tutorías y preparar clases. Si hablamos de vocación, le falta a usted como estudiante, que cuando se le envía a realizar una consulta de un tema, copia y pega de Wikipedia; y si no está de acuerdo con la calificación, lo atribuye a que al profesor le falta vocación.
No por ser profesores debemos pasar por alto tanto un mal comentario y atropellos. ¡Ya basta! Le falta vocación a usted cuando el profesor lo toma en cuenta para que participe en clase y sale intencionalmente de las clases virtuales, o se hace el “loco”, como si no escuchara nada o no sirviera el micrófono; a usted estudiante, que no valora el tiempo invertido por su profesor en preparar la materia y en la hora de clases continúa jugando Free Fire; a usted, cuando no puede realizar una lectura comprensiva, elaborar el resumen de un texto o dar una adecuada exposición sin leer al pie de la letra lo que dice en PowerPoint.
No somos profesores de literatura, escritura o lenguaje, pero intentamos corregirlo a tiempo; sin embargo, algunos de ustedes son mal agradecidos. Le falta vocación a usted cuando no se prepara para exámenes y pretende que todo sea fácil de desarrollar. Y si reprueba desea más oportunidades de las que le puede dar su profesor. Si le niega esa opción, el docente es el malo de la “película”.
Roberto Camana-Fiallos