Mensaje a los ecuatorianos de una italiana migrante que escogió vivir en Ecuador
Dios salve a nuestra patria y los ilumine para votar pensando en un futuro mejor
Conozco Ecuador desde mis 15 años, hoy tengo 69. Pasé una Navidad aquí y me enamoré de su gente, de su amor a la familia y a la patria; de su generosidad y respeto entre todos, de la seguridad de salir sola sin temor, incluso de noche. Conocí a Henry Raad A. en 1975, nos casamos y formamos un feliz hogar con dos hijos. En 1983 empecé mi voluntariado en Asvolh; por 40 años serví a los más necesitados y amé más aún a este maravilloso pueblo.
Desde entonces muchos eventos malos han ido cambiando el rumbo de Ecuador y por ende, mi vida y las de sus habitantes. Un presidente con ideales chavistas y castristas poco a poco sembró división entre clases sociales. Maquiavélicamente logró que el resentimiento se apodere de los ecuatorianos, envenenando el alma de un pueblo profundamente pacífico. Veía en los noticieros asesinatos, sicariatos, secuestros, vacunadores.
En pocos días elegiremos presidente. Los invito a reflexionar seriamente su voto. De ustedes depende el futuro de sus familias, su trabajo y seguridad; la libertad o la opresión de sus hijos, nietos y familiares. De ustedes depende ver florecer e ir hacia adelante a nuestro amado país, o mirar cómo en pocos meses se marchitará con ecuadólares que derrumbarán sus finanzas y probablemente hasta les incautarán sus propiedades bajo una dictadura camuflada, que pondrá raíces profundas, como en Venezuela, ¡y no se irá más! Muchos conocen a venezolanos que lo dejaron todo para rehacer sus vidas, huir de la dictadura y buscar la libertad. Me asombra y duele que pese a haberlos escuchado y quizá trabajar junto a ellos, ustedes siguen con un vendaje en los ojos, pensando elegir a quienes por más de 10 años destruyeron esta tierra generosa.
¿Están seguros de que desean eso? ¿De que con Luisa (cumpliendo órdenes de Correa) vivirán mejor? ¿De que ya no habrá asesinados, vacunas y narcotráfico que arruinará a sus hijos? ¿De que Ecuador volverá a ser un país de paz? ¡Si están convencidos, háganlo! Pero después no lloren ni se quejen por el daño causado a ustedes mismos y a la mayoría de ecuatorianos que solo desean vivir y trabajar en paz, sin odio y divisiones. Aún no es tarde para cambiar de parecer. Si les queda un mínimo de duda, piensen que es su conciencia que les muestra un camino de esperanza para construir un nuevo Ecuador. Dios quiera que yo no tenga que emigrar, como muchos harán si nos quitan la libertad. ¡Esto también depende de ustedes! Dios salve a nuestra patria y los ilumine para votar pensando en un futuro mejor.
Patrizia Puccini Navarra
Vda. de Raad