Ser padre: un gran desafío, pero un reto alcanzable
Ser padre es un regalo maravilloso que se recibe y que se ejerce de forma natural y espontánea, sin pensar mucho en la trascendencia e importancia de lo que aquello significa.
Ser el jefe de una familia implica grandes responsabilidades. Requiere de una entrega diaria, de muchos sacrificios y desvelos, que son retribuidos con grandes satisfacciones y agradables recompensas, como un abrazo de uno de los hijos o el ser testigo de un logro significativo de uno de ellos.
Ser padre es convertirse en formador, orientador, un poquito en profesor y hasta en un héroe a quien admirar. Requiere de mucha fortaleza, paciencia, sabiduría, intencionalidad y deseos conscientes de educar con cariño y firmeza.
Implica un gran desafío, un reto alcanzable si se ponen cabeza y corazón para cumplirlo.
Y es que no se trata de dotar de bienes materiales y confort, se trata de esculpir con mucha finura a este ser maravilloso que Dios entregó para formar, ayudar a crecer, estimular y potenciar todas las habilidades y recursos personales con los que vino al mundo.
Poner mucha ilusión y cariño son elementos claves para cumplir con eficiencia esta noble tarea.
Mi sincero reconocimiento a todos los padres, quienes desean, intentan y se proponen cumplir a cabalidad tan significativo rol.
Dra. Esperanza Rendón de González