El país en deuda con el tren

Los ferrocarriles desde sus inicios fueron de carga y pasajeros.

Desde 1908, en que se colocó el último riel, en Chimbacalle que remarcaba con el simbólico Clavo de Oro, por la hija de Eloy Alfaro, América, como testimonio a la terminación del ansiado ferrocarril del sur, han transcurrido 111 años. 

La red ferroviaria del Ecuador tiene 916,1 km que con el tiempo se ha ido deteriorando y pocos gobiernos se han preocupado por su mantenimiento. En el 2010 y 2015, se rehabilitaron 506,7 km, con una inversión de $268,8 millones; mas solo están operativos 386,8 km. En poco tiempo, los tramos restantes en algunos sectores de la ruta no funcionarán, por el mal estado de los durmientes, (la empresa española de reparación se declaró en quiebra). El Tren Crucero (Quito-Guayaquil), cuesta $1.735 adultos y $1.560 niños y Gold, $2.322, sale cada 15 días. Los tramos de rutas cortas es de 25 a $ 39 por viajero, no cubriendo los fondos para su mantenimiento y demás obligaciones. Así el gobierno central no puede ayudar a la FEEP. 

Los ferrocarriles desde sus inicios fueron de carga y pasajeros. Una opción sería generar una alianza pública-privada, que permita recuperar la vía Durán-Guayaquil, con el fin de iniciar la transportación de productos agrícolas y mineros, Sierra-Costa. El tren supera la capacidad de los camiones de plataforma. Salvemos el tren de su lenta muerte.

Lcdo. Robespierre Rivas R.