¿Paro? ¡No queremos eso!
No han servido de nada las paralizaciones de transportes y las huelgas, ni aquellas manifestaciones violentas de grupos sediciosos que solo pretenden desestabilizar a los gobiernos con el fin de que un interesado llegue a mandar en una nación donde existe un sistema democrático, que debe ser respetado, porque la decisión nacional permitió que ascienda al poder político. Y ahora se da la violencia de una masa amorfa, que protesta y reclama de forma agresiva y nociva. ¿Qué consiguen? Desestabilizar y estresar a las autoridades de la Policía, que deben cuidar la ya afectada seguridad ciudadana. ¿De qué forma podemos y debemos comportarnos? ¿Salir a las calles a cerrar las vías?, o ¿trabajar?
Eduardo Jiménez M.