El perro y todo lo “suyo” es responsabilidad de su dueño

“La Justicia es igual que las serpientes, solo muerden a los que van descalzos”, frase de Eduardo Galeano que encaja en un suceso muy desagradable que vi en la mañana del 2 de marzo.  Una adulta mayor resbaló por las heces de un perro, cuyo dueño paseaba por la calle peatonal.  La señora fue socorrida por quien cuida el área verde y muy gentilmente solicitó al propietario recoger las heces para evitar que similar situación se repita. El dueño de las mascotas amenazó al colaborador municipal diciéndole: “yo soy amigo de xxx, cuidadito te hago botar” y siguió su camino. La amistad real o imaginaria con xxx persona del Municipio no era tema de debate, sino el cumplimiento de la ordenanza. Cuando se emite una ordenanza, decreto, ley, etc., es para que se cumpla. La Municipalidad debe hacer campañas de sociabilización para recordar la vigencia de la ordenanza municipal que dispone a los dueños la recolección de las heces de sus mascotas, para que no permanezcan en la vía pública, actuando como imán para moscas, mosquitos.  

Hablan de empatía, respeto, pero muchos no saben su significado. Por el COVID muchos perdieron sus empleos y no poseen dinero para atención particular, entonces por qué un ajeno se permite añadir un problema de salud que conlleva dolor y todo por su desobediencia ciudadana.

Ec. Marysol del Castillo